Caminaron más de 7 meses, de París a Jerusalén, sin un centavo en sus bolsillos. Una peregrinación en busca de Dios, hecha de encuentros, de descubrimiento de los otros y de uno mismo
Caminaron más de 7 meses, de París a Jerusalén, sin un centavo en sus bolsillos. Una peregrinación en busca de Dios, hecha de encuentros, de descubrimiento de los otros y de uno mismo