La parábola del Padre misericordioso nos muestra que Dios ofrece el perdón y la esperanza. El hijo que abandonó al Padre, sin embargo, no puede permanecer alejado, sino que debe reconocer su culpa, arrepentirse y regresar al Padre, expresó el Papa Francisco en la celebración penitencial con los obispos que participan en el Encuentro por la protección de menores