En la primera protesta del año contra el gobierno del presidente Piñera, manifestantes quemaron la Iglesia San Francisco de Borja y su mobiliario, el pasado viernes 3 de enero. El obispo castrense, Monseñor Santiago Silva Retamales, celebró la misa de desagravio. «Han quemado el templo, pero no quemaron la comunidad, no quemaron la fe”, aseguró.