Un año después del Sínodo sobre los jóvenes, chicos y chicas de todo el mundo se confrontan con la “Christus vivit”, la Exhortación Apostólica del Papa Francisco. En un párrafo él pide que la pastoral juvenil sea creativa y libre de viejos esquemas. Hélène, francesa de 27 años, vive a flor de piel esa necesidad de inventar nuevos lenguajes para hablar del Evangelio; especialmente si algún joven con discapacidad está dispuesto a escuchar.