Desde el altar de la iglesia de San Pablo, en Mosul, donde descansan los restos del obispo mártir, Mons. Paulos Faraj Rahho, llega el mensaje pascual del nuevo arzobispo, Mons. Michaeel Najeeb Moussa. A su alrededor sólo había unas quince familias cristianas, las únicas que habían regresado a la ciudad después de la persecución del Estado islámico. (Sir)