La fecha recuerda el Primer Congreso Mundial romaní/gitano celebrado en Londres el 8 de abril de 1971 en el que se instituyó la bandera y el himno gitano. El objetivo es concientizar sobre el legado de este pueblo y luchar contra la discriminación que aún sufren en varias partes del mundo. La Iglesia también dedica un espacio especial al desarrollo de la pastoral gitana.