“La misericordia hacia una vida humana en estado de necesidad es el verdadero rostro del amor”. Por eso, como Dios, «seamos capaces de tener compasión». Es la clave del buen cristiano, según el Papa Francisco, pues, «si no sientes compasión frente a una persona necesitada, si tu corazón no se conmueve, significa que algo anda mal»