En la misa de Santa Marta, Francisco continúa rezando por los enfermos y dirige un pensamiento agradecido a aquellos que a través de su trabajo permiten el funcionamiento de la sociedad en estos tiempos de emergencia. En su homilía comenta el Evangelio del domingo: el diálogo de Jesús con la mujer samaritana que confiesa sus pecados. El Señor quiere con nosotros un diálogo sincero y transparente.