“La Cuaresma no es el momento de derramar moralismos inútiles sobre la gente, sino de reconocer que nuestras miserables cenizas son amadas por Dios”. Palabras del Papa Francisco este miércoles de ceniza, desde la Basílica de Santa Sabina, en Roma. “Las cenizas recuerdan dos caminos: el camino de nuestra existencia, del polvo a la vida. Y el camino opuesto, que va de la vida al polvo”.