«Me entristece profundamente que la gente reunida para rezar tenga que sufrir por un acto de odio tan insensato. Estas son las palabras que difundió ayer el Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el reverendo Olav Fykse Tveit, para expresar toda la solidaridad y cercanía a las comunidades de Burkina Faso y Camerún, afectadas, los días 14 y 16 de febrero, por los atentados terroristas.