(RV).- En la Misa de cada día, estamos unidos a ustedes, afirmó el Papa Francisco, alentando a la solidaridad con las tierras ensangrentadas de Siria, Irak y Ucrania, así como al camino ecuménico y al diálogo interreligioso. Con su grata bienvenida a los 60 prelados de 35 países, participantes en el encuentro internacional de Obispos amigos del Movimiento de los Focolares – a los que recibió en el Aula Pablo VI , antes de celebrar su audiencia general, este miércoles – el Santo Padre destacó la importancia del tema tratado en estos días, «Eucaristía, misterio de comunión».
La Obra de María y la centralidad de Cristo Pan vivo
«El carisma de la unidad propio de la Obra de María está firmemente anclado en la Eucaristía, que le confiere su carácter cristiano y eclesial», recordó el Papa, haciendo hincapié en el servicio fundamental de los Obispos, que es el de reunir a las comunidades alrededor de Jesús Eucaristía. Conformados en Cristo, Evangelio vivo, alimentados en la fe, con Cristo Pan vivo, impulsados por su amor a dar la vida por los hermanos, a salir al encuentro de los marginados y despreciados.
Y una vez más, el corazón y las palabras de cercanía, aliento, fe y esperanza del Papa se dirigieron a los sirios, iraquíes y ucranianos, a través de sus obispos:
«Les agradezco en particular a ustedes, Hermanos, que vienen de las tierras ensangrentadas de Siria, Irak, así como de Ucrania. En el sufrimiento que están viviendo con su gente, ustedes experimentan la fuerza que viene de Jesús Eucaristía, fuerza para ir adelante unidos en la fe y en la esperanza. En la celebración cotidiana de la Misa estamos unidos a ustedes, rezamos por ustedes ofreciendo el Sacrificio de Cristo. De él toman fuerza y significado también las múltiples iniciativas de solidaridad en favor de sus Iglesias».
También alentó el Papa a los Focolares en el camino ecuménico y al diálogo interreligioso, para luego encomendarlos al amparo de María, con su bendición:
«Queridos hermanos, los aliento a llevar adelante su compromiso en favor del camino ecuménico y del diálogo interreligioso. Y les agradezco por la contribución que brindan para impulsar una mayor comunión entre los movimientos eclesiales».
(CdM – RV)