Al rezar el primer Ángelus del 2020, en la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, Francisco invitó a los fieles a bajar de “los pedestales” del propio orgullo, abriendo el corazón a la bondad de Jesús a fin de que sea un año de paz y esperanza. Además, el Papa pidió disculpas por el gesto de impaciencia de ayer durante el saludo a los fieles al visitar el pesebre en la Plaza de San Pedro