La excarcelación de casi 500 presos políticos en los primeros meses de 2019 fue una “concesión” de la dictadura, presionada internacionalmente; una medida conveniente para fingir que estaba abierto al diálogo y a la negociación: lo afirma la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina, en un extenso mensaje con un llamamiento a la comunidad internacional