El Pontífice agradeció y animó la labor de esta Asociación que tras 140 años «sigue viva, activa y deseosa de servir a la Iglesia». Además, Francisco señaló que la música «crea puentes, acerca a las personas, incluso a los más distantes; no conoce barreras de nacionalidad, etnia, color de piel, sino que envuelve a todos en un lenguaje superior, y consigue siempre sintonizar a personas y grupos de muy diferentes procedencias».