El documento fruto del Sínodo es “para nosotros”, dijo el Papa refiriéndose a los padres sinodales. “Somos los primeros destinatarios del documento”, para “estudiarlo, hacer oración con él, pedirle luces”. En la conclusión del Sínodo Francisco dirigió un discurso improvisado en el que remarcó tres cosas. La tercera de ellas fue en relación a nuestra Santa Madre Iglesia: «Quería decirlo al final del Sínodo», dijo. “Es un momento difícil porque el acusador a través de nosotros ataca a la Madre y la Madre no se toca”.