En 2030, la capa de ozono del hemisferio norte estaría completamente sana gracias al esfuerzo de los países, según afirma un nuevo informe respaldado por la ONU, que considera el nuevo pronóstico como una prueba de lo que pueden alcanzar los acuerdos globales y una inspiración para una acción climática más ambiciosa que detenga el catastrófico aumento de las temperaturas mundiales.