Por Jorge Velasco Cruz
Bajo el lema “Virgen del Carmen, madre y reina de la vida y la familia”, la Virgen del Carmen Misionera cumplió tres meses recorriendo Chile para despertar una corriente de oración por la vida y la familia. Su visita ha sido muy bien acogida por las diversas comunidades, donde los feligreses han rezado al unísono la Oración de Consagración.
La Virgen del Carmen vuelve a recorrer el país como madre y patrona de Chile, motivada por la iniciativa que pretende instaurar una ley de aborto. La imagen, regalada por el Papa Benedicto XVI con motivo del terremoto de 2010, salió desde su alojamiento en la capilla Santa Clara, en Talcahuano, para visitar calles, escuelas, plazas, templos y parroquias con el fin de hacer un llamado a todos los chilenos para orar por la vida.
La iniciativa cumplió tres meses esta semana. A partir del 24 de mayo se puso en movimiento y ha visitado ya cientos de lugares de las regiones de los Lagos, La Araucanía, Bíobío, el Maule y Metropolitana, entre muchas otras, para seguir incansablemente hasta Iquique, Copiapó, Punta Arenas y Valparaíso. Actualmente se encuentra en el Obispado de San Bernardo y arribará a Iquique el lunes 31 de agosto.
Bajo el lema “Virgen del Carmen, madre y reina de la vida y la familia” la Virgen ha despertado una fuerte corriente de oración que ha ido creciendo a medida que más localidades se han incorporado a su itinerario. “Ella quiere despertar lo mejor de nosotros para valorar, potenciar y cuidar del enorme regalo que es la vida, y para ayudarnos a fortalecer el gran don de la familia, por herida y confundida que esté”, dice el padre Carlos Cox, Rector del Santuario de Maipú y uno de los artífices de la peregrinación en conjunto con un grupo de Laicos.
Su mensaje es contundente. Así reza la carta que se lee a los fieles en cada diócesis: “Ella nos convoca a pedir a nuestro señor Jesucristo y al Padre Dios, para que el Espíritu Santo ilumine al corazón de quienes deberán tomar tan grave decisión. Pidámosle a Ella para que interceda en el cielo por quienes decidirán el futuro de esta ley. Para que surjan nuevas y numerosas instancias destinadas a acompañar a las madres en situaciones desesperadas, que así se protejan ellas mismas, protejan su propia vida, su futuro y su alma, así como la del hijo que llevan en sí. No queremos para Chile una cultura de lo desechable, sino una de protección al más necesitado”.
Un Pueblo Mariano
El viaje comenzó en Puerto Montt el día de Pentecostés y ha continuado su camino hacia el norte, deteniéndose en Puerto Varas, Villarrica, Temuco, Los Ángeles, Concepción, Chillán, Linares, Curicó y San Bernardo, en múltiples capillas y centros en los alrededores de esas ciudades. Su itinerario no es necesariamente en la línea geográfica sur-norte, ya que cada episcopado ha solicitado su presencia en tiempos específicos para su localidad.
Su visita ha sido muy bien acogida por las diversas comunidades, donde los feligreses han rezado al unísono la Oración de Consagración: “Virgen del Carmen, Reina y Madre de la Vida y la Familia, te entregamos todo lo que somos, nuestro corazón, nuestro ser, nuestro testimonio de fe y el gran tesoro que son nuestras familias. Te entregamos toda nuestra capacidad de amar para que nos ayudes a servir y defender la vida desde su concepción hasta la muerte natural”.
En Puerto Montt, por ejemplo, una religiosa de un colegio reunió a un grupo de niños a rezar el Rosario todos los días. Llevó a 40 de ellos al Monasterio Carmelita donde estaba la imagen de le Virgen del Carmen Misionera. “Los niños quedaron tocados con la experiencia. Iban algunos profesores y papás con ellos y ciertamente todos habrán llegado a sus casas contando la visita que realizaron”, recuerda monseñor Cristián Caro, arzobispo de Puerto Montt, quien agrega: “La Virgen enciende los corazones y motiva a la oración, ya que nuestro pueblo es profundamente mariano”.
Más al norte, en Los Ángeles, el diácono Carlos Villouta, uno de los encargados de acompañarla durante una semana, destacó la gran participación que hubo de los jóvenes, “lo que demuestra que la juventud si tiene Fe, y cuando le llega, se manifiesta”. Y en la arquidiócesis de Concepción, el Vicario Pastoral, padre Mauricio Aguayo, comentó que “lo que más me gustó fue el manifiesto deseo de orar el Santo Rosario por la Vida de parte de tantos fieles y el cariño espontáneo que brota en todos los que se acercaron a la imagen de la Virgen del Carmen Misionera, que involucró no sólo a los laicos, sino también a sacerdotes y consagrados”.
Por Una Cultura de la Vida
La imagen es acompañada en su recorrido por dos fieles, Juan Poblete y Vicente Camus, quienes se alternan para brindarle a la Virgen toda la logística necesaria en este viaje. “Ver la devoción y estar con ella durante este recorrido para mí es un regalo para toda la vida”, dice Vicente.
Activo feligrés del Santuario Nacional de Maipú y presidente de la Asociación de Cuasimodistas de su comuna, Camus comenta con orgullo que “ser el guardián de la Virgen es un gran honor. Máxime cuando ella recorre Chile convocando a orar para defender la Vida. Para mí, que siempre he sido devoto de la Virgen, esta misión es un regalo que marca mi vida y la de mi familia. Yo soy responsable cien por ciento de donde ella está, los lugares que visita, el traslado, el cuidado, la compañía…”.
A su vez, Beatriz Letelier, del Santuario Nacional de Maipú, agrega que la Virgen “vuelva a salir es un gran regalo. Ella siempre debe estar en actitud de misión, de encuentro con el otro, buscando las periferias existenciales como lo dijo el Papa. Por eso rezar para que la despenalización del aborto no obtenga los votos es una misión de fe que puede mover a los legisladores”.
El mensaje de la Virgen resuena fuerte en todos. Es una invitación, como dice el obispo de Chillán, Monseñor Carlos Pellegrin, “a dejarnos querer por el Señor, que nos ama tal como somos, y en su madre María nos muestra el mejor ejemplo a seguir, en obediencia y amor al plan de Dios”.
Pero también es un llamado a vivir una Cultura de la Vida, que se construye cada vez que las personas manifiestan amor desinteresado y respeto, cuando se trabaja por la justicia y se atiende de manera preferente a los más pobres. Para difundirla, manifiesta el obispo de Chillán, hay que vivir “al estilo de Jesús, dejando atrás nuestros egoísmos, aceptando las diferencias sin odio ni discriminación, trabajando por el bien de todos. Eso es hacer de Chile un país de hermanos, donde a nadie le falta la solidaridad ni la cercanía de otros en momentos difíciles. En este tiempo hermoso y desafiante, difundimos la Cultura de la Vida cada vez que la defendemos, que no nos avergonzamos de promoverla y protegerla para que llegue a su plenitud en todos, en especial manifestando nuestra disconformidad con todo proyecto de ley que la amenace”.
El itinerario de la Virgen del Carmen Misionera está en la página web www.virgendelcarmenmisionera.cl.