EL INICIO DE TODO: PUERTA SANTA
El rito de la apertura de la Puerta Santa pretende ilustrar simbólicamente que a los fieles de la Iglesia se les ofrece un «camino extraordinario» hacia la salvación durante el tiempo del Jubileo.
Al convocar el Papa Francisco a este Año Santo Extraordinario de la Misericordia abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro e instó a hacer el mismo gesto a las otras Basílicas en Roma, a todas las Catedrales e iglesias con un significado especial en el mundo. Cruzar esta Puerta de la Misericordia significa un cambio, dejar atrás el pecado y entrar en la alegría de ser perdonado.
La iglesia abre sus puertas para ir al encuentro de todos los hijos de Dios, en ella también Jesús nos espera para darnos su bendición y encontrar la paz y la alegría en Él, nos acoge y nos invita a ser perdonados en el Sacramento de la Confesión.
CAMINO DE LA MISERICORDIA
El Camino de la Misericordia propone al peregrino un recorrido de penitencia, a modo de peregrinación urbana, que le ayude a preparar el corazón para encontrarse con la misericordia de Dios en este Año Santo.
El Camino comienza desde los muros de la Antigua Capilla de la Victoria, desplegándose una gigantografía que orienta y motiva al peregrino a realizar esta ruta. En las estaciones exteriores aparece un testigo de misericordia tomados de la oración del jubileo (Zaqueo, Pedro, Magdalena…), un pequeño texto bíblico, otro de la Bula Papal, algún signo y una pequeña oración. Al llegar a la Puerta Santa, se ingresa de manera solemne con el signo del agua bendita para abrirse a la misericordia de Dios.
Ya en el interior del templo, aparece Santa Teresa de Los Andes y San Alberto Hurtado, junto a nuestra Beata Laura Vicuña. Luego se detienen en la Capilla de la Reconciliación frente al Sagrado Corazón, con la posibilidad de confesión, para luego subir al camarín de la Virgen, terminando la peregrinación con la oración del «Salve». A la bajada, se propone al peregrino realizar las obras de misericordia, y juntos darse un gesto de paz, a modo de envío.
Primera estación: Rostro de Cristo
Motivación
«La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros.»
Segunda estación: Dios Padre
Motivación
«La misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo.»
Tercera estación: Zaqueo
Motivación
«Ante la visión de una justicia como mera observancia de la ley que juzga, dividiendo las personas en justos y pecadores, Jesús se inclina a mostrar el gran don de la misericordia que busca a los pecadores para ofrecerles el perdón y la salvación.»
Cuarta estación: Mateo
Motivación
«La vocación de Mateo se coloca en el horizonte de la misericordia. Pasando delante del banco de los impuestos, los ojos de Jesús se posan sobre los de Mateo. Era una mirada cargada de misericordia que perdonaba los pecados de aquel hombre y, venciendo la resistencia de los otros discípulos, lo escoge a él, el pecador y publicano, para que sea uno de los Doce.»
Quinta estación: La mujer adúltera
Motivación
«No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo.»
Sexta estación: María Magdalena
Motivación
«Este Año Santo lleva consigo la riqueza de la misión de Jesús que resuena en las palabras del Profeta: llevar una palabra y un gesto de consolación a los pobres, anunciar la liberación a cuantos están prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad moderna, restituir la vista a quien no puede ver más porque se ha replegado sobre sí mismo, y volver a dar dignidad a cuantos han sido privados de ella.»
Séptima estación: Pedro
Motivación
«Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia.»
Octava Estación: Ladrón Arrepentido
Motivación
«El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a ninguno.»
Novena Estación: Samaritana
Motivación
«Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado.»
Décima estación: Puerta Santa
Motivación
«Será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.»
Décima primera estación: Santa Teresa de Los Andes
Motivación
«Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida.»
Décima segunda estación: San Alberto Hurtado
Motivación
«Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. En Él todo habla de misericordia.»
Décima tercera estación: Beata Laura Vicuña
Motivación
«Igualmente se nos preguntará si ayudamos a superar la duda, que hace caer en el miedo y en ocasiones es fuente de soledad; si fuimos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza;»
Décima cuarta estación: Sagrado Corazón
Motivación
«Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la misericordia.»
Décima quinta estación: Virgen del Carmen
Motivación
«Que el pensamiento se dirija ahora a la Madre de la Misericordia. Que la dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.(…)
Décima sexta estación: El Buen Samaritano
Motivación
«En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy!»
Obras de Misericordia Corporales
Dar de comer al hambriento
Dar de beber al sediento
Vestir al desnudo
Acoger al forastero
Asistir los enfermos
Visitar a los presos
Enterrar a los muertos.
Obras de Misericordia Espirituales
Dar consejo al que lo necesita
Enseñar al que no sabe
Corregir al que yerra
Consolar al triste
Perdonar las ofensas
Soportar con paciencia las personas molestas
Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos.